LA FAMILIA

La familia es la fuente principal para la formación de una sociedad, a tal punto que la orden de formarla mediante el matrimonio, es considerada metafóricamente, la mitad de la religión, que tanto el hombre como la mujer la adquieren en el momento de vincularse matrimonialmente. La concepción del matrimonio en el Islam no es sacramental como en el cristianismo, es un contrato que se establece entre las partes, con la libertad de incluir cada una sus condiciones, en razón de existir diferentes tipos de costumbres en cada país. Con esto último se garantizan también una cantidad de derechos para ambas partes. Según el Islam, no se puede obligar a ningún hombre, ni a ninguna mujer a casarse contra su voluntad ni por decisión de sus padres, quienes sólo tienen la libertad y el deber de aconsejar a sus hijos, pero en ningún caso obligar o torcer voluntades.

El estímulo a la formación de familias y la asistencia para que crezcan sanas es una tarea fundamental. A la vez la integración de las mismas en es espectro social genera un ambiente más solidario. A veces pareciera que en el mundo de hoy hablar del incentivo hacia lo familiar fuese un concepto perdido en el tiempo, o un límite que censura algunos de los hipotéticos placeres que ofrece la sociedad actual. El Islam sostiene que muchos de los males actuales como alcoholismo, drogadicción, depresión y otros, son producto del abandono de ciertos valores, entre ellos el sentido verdadero de familia.

El Profeta Mohammad (La paz y las bendiciones de Dios sean con él) llegó a afirmar que el mejor musulmán es aquel que mejor se comporta con su familia, y que el mayor y más bendito gozo de la vida se encuentra en una esposa buena y recta, por eso el musulmán se dedica a su esposa y sigue las indicaciones del Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta (La paz y las bendiciones de Dios sean con él) que ordenan la gentileza con su esposa, es un deber del marido armonizar con su esposa de manera equitativa y amable, cumpliendo el mandato divino, es su responsabilidad en cuanto el entero mantenimiento de la mujer, que debe cumplir alegremente sin reproches, injurias o condescendencias.
Este mantenimiento implica el darle vivienda, vestirla, alimentarla, darle atención y bienestar en general de acuerdo a sus medios y estilo de vida.

Además el musulmán debe tratar a su esposa con justicia, respetar sus sentimientos, hacerla objeto de gentilezas y consideración.
No debe la mujer recibir animadversión alguna por parte del marido, ni ser sometida a ansiedades o incertidumbres.
El musulmán también recuerda el último sermón del Profeta (La paz y las bendiciones de Dios sean siempre con él) cuando durante la peregrinación dijo entre otras cosas: "¡Vosotros! tenéis derechos sobre vuestra esposa y vuestra esposa tienen derecho sobre vosotros.
Tratad a vuestra esposa con amor y gentileza. Es verdad la habéis tomado como un encargo de Dios y la habéis hecho legitima con la palabra de Dios. Sed siempre fieles al encargo que os confía y evitad los pecados".

LA POLIGAMIA

Si bien existe legislación dentro de la jurisprudencia Islámica que faculta en determinadas circunstancias a los hombres a tomar otras esposas, la manifestación expresada en el Corán sobre la piedad y el temor a cometer injusticias recomienda al creyente a casarse sólo con una mujer.
La poligamia se practicó en un tiempo donde abundaban las guerras y mermaban sensiblemente la cantidad de hombres, entonces existía la posibilidad de tomar otra esposa o viudas con sus familias en un sentido de protección. A esto último fue legislado la posibilidad de contraer nupcias con las mismas. Cabe destacar que en muchos casos las mujeres que se tomaban como segundas esposas eran mucho mayores que los hombres con los cuales contraían matrimonio, y la cohabitación no se producía. La práctica poligámica es mencionada en todas las escrituras y fue practicada por los Profetas (ej Abraham, Jacobo David, Salomón, etc).

Para que pueda darse la situación que un hombre pueda tomar otra esposa, se tienen que dar una serie de factores entre ellos la aceptación de este hecho por parte de la primera esposa, quien tiene el derecho a divorciarse si así lo desea. Si bien hay normas para la poligamia, la misma no es una práctica usual entre los musulmanes.

LA ANCIANIDAD

No existe dentro del mundo islámico la idea de instituto geriátrico o asilo de ancianos. Si bien existen entidades de ayuda social con este fin, el esfuerzo de cuidar a los padres y a los abuelos es considerado un honor para los hijos, además de una oportunidad de adquirir un mayor crecimiento espiritual. Permanece en el pensamiento de todo musulmán la idea de agradecimiento a los padres, por el afecto y por los cuidados dispensados hacia nuestras personas. Después de la oración, el hecho de servir a los padres es el deber más importante de todo creyente. Dijo el Profeta (La paz y las bendiciones de Dios sean con él): "Bajo los pies de las madres está el Paraíso."

Dentro de la costumbre islámica, las personas mayores tienen un particular derecho a ser respetadas y escuchadas, su consejo es valorado en virtud de la experiencia, y es muy mal visto el hecho de contestar malo burlarse de un anciano.