LA CIENCIA DEL HADIZ

Teniendo en cuenta que la Sunnah es la segunda fuente en importancia en el Islam, la determinación de su autenticidad preocupó a varias generaciones de musulmanes que elaboraron una compleja disciplina para la clasificación de las tradiciones (‘Ilm mustalah al-hadíz), que comprende diversos estudios complementarios, el principal de los cuales es el estudio de las biografías de los narradores (‘Ilm al-riyál: lit.: ciencia de los hombres).

En un hadiz se distinguen dos partes esenciales: el isnád, es decir la cadena de nombres de las personas que se fueron transmitiendo el dicho profético, entre el Compañero que escucha o vio al Profeta (la Paz y las bendiciones de Dios estén con él) y el compilador; y el matn, el texto propiamente dicho.
A ambas partes del hadiz se lo somete a un análisis crítico. El matn o texto es sometido a un análisis filológico, de comparación con otras tradiciones similares, comparación con el Sagrado Corán, análisis de la situación en que fue proferido, etc. etc.

En cuanto al isnád, es un elemento esencial en la autentificación del hadiz. Se estudia a los transmisores, que están clasificados en extensas compilaciones biográficas que cubren al menos los dos primeros siglos de la Hégira. Estudiando estas biografías los sabios de la ciencia del hadiz establecieron una clasificación de los transmisores, basándose en cuestiones como sus antecedentes personales, su piedad, su conducta de vida, etc. La presencia de personas tendenciosas, mentirosas o débiles en su fe en una cadena de transmisión obliga automáticamente a clasificar el hadiz como poco confiable o incluso falso.

La veracidad de un narrador se puede tomar como una evidencia externa y la crítica del texto como la evidencia interna para establecer la autenticidad de un hadiz.
Sobre la base de estos criterios de análisis crítico los tradicionistas (muhaddizún) clasifican los hadices en varios tipos: 1º) Sahíh (lit.: sano, correcto, seguro), es decir las tradiciones auténticas sin sombra de dudas; 2º) Hasan (lit.: bueno), tradiciones seguras con algún pequeño defecto (en su texto o en su cadena de transmisores), 3º) Daíf (lit.: débil), tradiciones poco confiables. En realidad las clasificaciones son mucho más variadas y complejas que este simple resumen, pero no es éste el lugar para entrar en precisiones.
Digamos por último sobre este tema que el estudio del hadiz fortaleció e hizo prosperar otras disciplinas: el estudio de la historia, de la lengua y literatura árabe, etc.