LA LUZ DE LA REVELACIÓN

La existencia del hombre en este mundo y la creación de todo el universo no son meros accidentes o productos fortuitos de la naturaleza. Este universo, cada uno de los átomos de él, se manifiesta y nos señala es la realización de un Creador que ama, es misericordioso y todopoderoso.
Sin un Creador nada puede existir. Cada una de las almas sabe que existe y que su existencia depende de un Creador - el alma sabe con seguridad que no se crea a sí misma. Por lo tanto es su deber conocer a su amo creador -Dios.

HUMANIDAD  

El Hombre es una criatura única. Dios pone al hombre como su representante o delegado para gobernar las criaturas del mundo. El estar capacitado con la facultad de la Razón, es lo que lo diferencia del resto de los animales. El Profeta dice:  

"Dios no ha creado algo mejor que la razón o cualquier cosa más perfecta o más hermosa que la razón..."  

Junto con ésta facultad para discriminar y discernir, al Hombre se le dio la libertad (libre albedrío) de escoger para él un modo de vida digno a su posición como representante de Dios o caer más bajo que el más bajo de todos los animales de la creación. El Hombre nace puro y sin pecado. Se le ha dado el libre albedrío de cometer actos lícitos o caer en pecado.  

GUIA DIVINA  

Dios, más allá de su amor y misericordia para la humanidad no nos ha dejado en la oscuridad para descubrir el camino correcto solo por ensayo y error. Además de nuestra capacidad intelectual de razonar, Dios nos proporcionó GUIA DIVINA que perfila el criterio para la verdad, concomimiento y realidad de nuestra existencia en esta vida y la otra.  

REVELACIONES  

Desde el comienzo de la humanidad Dios envió Profetas para llevar sus Revelaciones e invitar al sendero de la Paz verdadera y Obediencia al Único Dios Verdadero. Esto es el Islam. Este mensaje fue entregado a generaciones continuas del hombre a través de diferentes Profetas, invitando a toda la humanidad al mismo camino.  

Sin embargo todos los antiguos mensajes o revelaciones anteriores de Dios fueron distorsionados por la gente de generaciones posteriores. Como consecuencia la pureza de la revelación de Dios fue contaminada con mitos, supersticiones, idolatría e ideologías filosóficas irracionales. La religión de Dios se perdió en abundantes y pletóricas religiones.  

La historia humana es una crónica del ir y venir del hombre entre la luz y la oscuridad, pero Dios con su abundante amor a la humanidad no nos ha olvidado.  

REVELACIONES FINALES 

Cuando la humanidad estaba hundido en la oscuridad en el Oscurantismo, Dios envió el mensajero final, el Profeta Muhammad (paz y bendiciones de Dios estén con él) para redimir a la humanidad. La revelación del Profeta Muhammad representa la última y permanente fuente de guía para la humanidad.  

CRITERIOS PARA LA VERDAD  

¿Cómo sabemos que una revelación como el Corán es obra de Dios? Los criterios para esa verdad es fácil de entender por lo siguiente:  

1. ENSEÑANZAS RACIONALES: Ya que Dios dotó al Hombre de razón e intelecto, es nuestro deber usarlas para distinguir la verdad de la falsedad. La revelación entendida de Dios debe ser racional y puede ser razonada hasta por las mentes imparciales.  

2. PERFECCION: Ya que Dios es totalmente perfecto, Su revelación debe ser perfecta y exacta, libre de errores, omisiones, interpolaciones y de múltiples versiones. Debe estar libre de contradicciones en su narración.  

3. AUSENCIA DE MITOS Y SUPERSTICIONES: La verdadera revelación de Dios está libre de mitos o supersticiones que degradan la dignidad humana o la de Dios.   

4. CIENTÍFICO: Ya que Dios es el creador de todo el conocimiento, la verdadera revelación es científica y puede reforzar el reto de la ciencia en todos los tiempos.  

5. PROFECÍA: Dios es el Conocedor del pasado, presente y futuro. Así su Palabra de profecías en su revelación estarán cumplidas como se profetizó.   

6. INIMITABLE POR EL HOMBRE: La verdadera revelación de Dios es infalible y no puede imitarse por el hombre. La verdadera revelación de Dios es un milagro vivo, un libro abierto que reta a toda la humanidad a ver y probar por sí misma.