LA CONDICIÓN DE LA MUJER EN EL ISLAMPara las mujeres, el Islam es una bendición especial y el profeta del Islam es en verdad el más grande de los benefactores de las mujeres. En Arabia, antes de que llegara el Islam, el nacimiento de una niña era considerado una desgracia y vergüenza. Los padres las enterraban vivas: El Islam hizo de esta injusticia uno de los primeros casos para la Corte Mayor en el Día del Juicio: "Antes del Islam," escriben los autores del Atlas del Islam, "la mujer era considerada como una amenaza para el honor de la familia y, por eso, merecedora de ser enterrada viva en su tierna infancia. Ya adulta, era considerada un objeto sexual que podía comprarse, venderse o heredarse. De esta posición de inferioridad e incapacidad legal, el Islam llevó a las mujeres a una posición de gran influencia y prestigio dentro de la familia y la sociedad." Hombres y mujeres son de la misma familia, y como tal, tienen los mismos derechos y deberes, ya que el Señor les promete: El Islam eliminó algunos de los falsos conceptos sobre la mujer. Negó, por ejemplo, la idea de que Eva tentó a Adán a desobedecer a Dios, y causó así su perdición. el Corán, explícitamente, dice que ambos desobedecieron, y con esto se afirma que la mujer no es una fuente de maldad. El Corán menciona a varias mujeres con gran respeto, por ejemplo, las esposas de Adán, Abraham, las madres de Moisés y Jesús. Algunas de ellas (María y Sara) fueron visitadas por ángeles y conversaron con ellas. Esto pone claramente a la mujer sobre un pedestal de respetabilidad social y personal que jamás habían gozado antes. Enfatizando su importancia, el profeta Muhammad (la paz de Allah sean con él) dijo: "La palabra Ar-rahm (útero) deriva su nombre de Ar-Rahmán (v.gr. El Misericordioso, uno de los nombres de Allah) y Allah dijo: Mantendré buenas relaciones con aquel que mantenga buenas relaciones contigo, (Utero v.gr. parientes y amigos) y cortaré relaciones con aquel que corte relaciones contigo." (Albujari). La mujer (o ar-rahm - útero) ocupa así una posición central en la sociedad humana. El Islam elevó la posición de la mujer en la sociedad y se le trató con igualdad al hombre, y en algunos casos, como madre por instancia, le dio claramente un precedente sobre el hombre. Así, cuando un hombre preguntó al Profeta Muhammad (la paz de Allah sean con él): "¿Quién tiene más derecho a ser tratado con la mejor cortesía?" El profeta le contestó: "Tu madre" El hombre preguntó: "¿Quién después?" El profeta (la paz de Allah sean con él) le contestó: "Tu madre". De nuevo preguntó el hombre: "¿Quién sigue?" El Profeta (la paz de Allah sean con él) respondió: "Tu madre". El hombre preguntó por cuarta vez: "¿Quién sigue?" y el Profeta respondió: "Tu padre". (Al-bujari). En otra ocasión, cuando un hombre vino al Profeta (la paz de Allah sean con él) y le expresó el deseo de unirse a una expedición militar, el profeta le preguntó si tenía madre. Cuando le respondió que sí, el Profeta le dijo: "Permanece con ella. Porque las llaves del Paraíso están a sus pies." (Ahmad, Basri y Al-Baihaqui). En la transformada sociedad islámica, el tener una hija no fue más un estigma o una causa de vergüenza, sino una fuente perpetua de bendiciones y un medio de complacer a Allah. El Profeta (la paz de Allah sean con él) dijo: "Si alguno de vosotros cuida tres hijas, las disciplina, las hace casar y es amable con ellas, irá al Paraíso." (Abu Dawud). Es un hecho que el Corán presenta a las mujeres como un ejemplo a seguir para los creyentes al igual que para los no creyentes. En la sura "Al-tahrim" leemos: Para permitir, tanto a la mujer como al hombre, alcanzar su potencia total, el Islam provee un marco social y busca crear una atmósfera de moral saludable. En el Islam la mujer, sin considerar su estado marital, es completamente capaz de comprar, adquirir, vender y heredar. Como un ente legítimo, su matrimonio no se realiza sin su consentimiento, y donde un caso extremo se presente, ella podrá divorciarse de su marido. El Imam Málik registró en Al-Muwatta, que una viuda llamada Jansa fue entregada por su padre en matrimonio. Ella desaprobó tal acción y fue a ver al Mensajero de Allah (la paz de Allah sean con él), y él revocó el matrimonio. En otra ocasión, una mujer virgen vino al Profeta y mencionó que su padre la había casado en contra de su voluntad. Entonces el Profeta le permitió elegir su marido. (Abu Dawud). Las mujeres musulmanas han sido compañeras, con igualdad, de los hombres en todos los ámbitos. La función más importante de la comunidad musulmana, como se describe en el Corán, es: Al término del tratado de Hudaibía, el profeta (la paz de Allah sean con él) pidió a sus compañeros abandonar su estado de ihram afeitando sus cabezas y sacrificando sus animales. Ellos estaban tan alterados por lo que parecía tan humillante de los términos del tratado que ninguno de ellos se movió. Con enojo el Profeta entró en su tienda y relató lo sucedido a su esposa Umm Sálama. Ella le aconsejó que saliese, afeitase su cabeza y sacrificase su animal, porque si así lo hiciese, sus compañeros seguramente lo harían igual. Y así ocurrió. El conocimiento, que es base de todo progreso y avance, es obligatorio para todo musulmán, sea hombre o mujer. Así que, cuando una dama reclamó al Profeta (la paz de Allah sean con él): "Mensajero de Allah, los hombres han mono-polizado todo lo que has dicho. Señala para nosotros un día en el que tú puedas enseñarnos lo que Allah te ha enseñado." El indicó el día, hora y lugar para instruirlas separadas de los hombres para que aprendieran. Aisha ocupa una posición única en la historia del Islam, no porque fuese esposa del Profeta (la paz de Allah sean con él), sino porque ella fue una de las más grandes maestras que el Islam haya tenido. En la nueva comunidad islámica, las mujeres eran tan activas y bien informadas que una vez una anciana corrigió al Califa Omar cuando éste quiso limitar la cantidad de la dote. Omar estuvo complacido y dijo: "Acertó la dama y Omar estaba equivocado." |