LA GRATITUDAgradece a diario Sus bendiciones sobre ti.Como seres humanos frágiles, a menudo nos vemos acosados por temores y ansiedad. Estas emociones pueden llegar a ser tan agobiantes que olvidamos el propósito principal en nuestra vida, que es adorar a Dios. Cuando agradar a Dios es el centro de todos nuestros pensamientos, actos y hechos, entonces la tristeza y la preocupación no pueden tener cabida en nuestras vidas. En el artículo anterior hablamos sobre cómo lidiar con la tristeza y la preocupación esforzándonos por ser pacientes. También hablamos sobre contar las bendiciones que Dios ha derramado sobre nosotros como una forma de alentarnos a ser pacientes. Otra forma de superar la tristeza y la preocupación es siendo agradecidos con Dios por Sus incontables bendiciones. Dios explica en el Corán que los verdaderos creyentes son aquellos que son agradecidos. Cuando damos testimonio de que no hay divinidad digna de adoración sino sólo Allah y que Muhammad es Su Mensajero final, estamos siendo agradecidos por ser bendecidos con el Islam. Cuando un creyente se postra ante Dios en oración silenciosa y feliz, estamos expresando gratitud. Durante el ayuno de Ramadán agradecemos por la comida y el agua al darnos cuenta de que Dios provee nuestro sustento. Si un creyente es capaz de hacer la peregrinación a la Casa de Dios en La Meca, es sin duda un motivo de agradecimiento. El viaje de peregrinación puede ser largo, difícil y costoso. Si recordamos a Dios leyendo el Corán y reflexionando sobre sus significados, adquirimos una mayor comprensión de la vida en este mundo y en el más allá. En consecuencia, comenzamos a entender la naturaleza transitoria de la vida y el hecho de que incluso las pruebas y tribulaciones son bendiciones de Dios. La sabiduría y la justicia de Dios son inherentes incluso en las peores situaciones. Dios conoce la sabiduría detrás del por qué le ocurren cosas malas a la gente, o por qué le ocurren cosas malas a la gente buena. En general, lo que sea que nos haga volvernos hacia Dios es bueno y debemos agradecer por ello. En momentos de crisis, la gente se acerca más a Dios, mientras que en momentos de comodidad, muchas veces nos olvidamos de dónde se originó ese bienestar. Dios es el Proveedor y Él es el Más Generoso. Dios desea recompensarnos con la vida eterna, y el dolor y el sufrimiento pueden garantizar el Paraíso; entonces, las pruebas y tribulaciones son una bendición. El Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dijo: “Si Dios desea el bien para alguien, lo aflige con pruebas”. Este versículo es parte de un capítulo del Corán revelado cuando las dificultades en la misión del Profeta Muhammad le estaban pesando y ocasionando angustia. Las palabras de Dios lo consolaron y tranquilizaron, al igual que nos consuelan hoy día. Dios nos recuerda que con la dificultad viene la facilidad. La dificultad nunca es absoluta, siempre viene acompañada de facilidad. Por eso, debemos estar agradecidos. Para eso, necesitamos expresar nuestra gratitud. |