LA RESURRECCIÓN Y EL MÁS ALLÁ

El Día del Juicio

Después de que todos los eventos hayan sucedido en el día de la resurrección, la “trompeta” sonará por segunda vez. Este sonido es el comienzo del día en que todos serán resucitados. Ese día la tierra se llenará con gente que se levantará de sus tumbas, los cuales tal vez llevaban cientos y miles de años enterrados. 
La resurrección de la gente en ese día y el estado de perplejidad en el que se encontrarán reveladas por el Corán:   
«Se tocará la trompeta y se precipitarán de las sepulturas a su Señor. Dirán: “¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ha despertado de nuestro lecho? Esto es aquello con que el Compasivo nos había amenazado. Los enviados decían la verdad. No habrá más que un solo Grito y a todos se les hará comparecer ante Nosotros. Ese día, nadie será tratado injustamente en nada y no se os retribuirá sino conforme a vuestras obras.» (Corán 36: 51-54).     
En ese día, todas las cosas en las que la gente se negaba a pensar que no querían entender y que huían de, se pondrán al descubierto. Ya no tendrán para qué escaparse o negarse.    

En el momento en que esta gente, con sello de la ignominia en sus caras y cabezas caídas, emerjan de sus tumbas y se reúnan, la tierra se iluminará con luz y el libro de cada quien será traído y se le dará a Él.     
En este día de reunión, cuando toda esta gente se reúna, la condición de los creyentes y la de los no creyentes será ciertamente diferente. En el Corán, es relatado como sigue:    
“Aquél que reciba su Escritura en la diestra, dirá: “¡Tomad! ¡Leed mi Escritura! ¡Ya contaba con ser juzgado!”  Gozará de una vida agradable… (Corán 69: 19-21).    
“Aquel que reciba su Escritura en la siniestra, dirá: “¡Ojalá no se me hubiera entregado la Escritura y no hubiera conocido el resultado de mi juicio! ¡Ojalá hubiera sido definitiva! De nada me ha servido mi hacienda. Mi poder me ha abandonado”. (Corán 69: 25-29).

En este día, ni un átomo de peso de injusticia se cometerá con nadie. A todos se les recompensará completamente por sus obras en este mundo. Un día de verdadera dificultad para los incrédulos, este día es en el cual su vida eterna en el infierno se asegura.    
Los siguientes versos claramente revelan qué nos espera, en el Día del Juicio, a aquellos que insistieron en negar a Allah, durante sus vidas y que siguieron a los que los llamaban con intenciones fútiles en el Día del Juicio:   
“Se tocará la trompeta y los que estén en los cielos y en la tierra caerán fulminados, excepto los que Allah quiera. Se tocará la trompeta otra vez y he aquí que se pondrán en pie, mirando. 
La tierra brillará con la luz de su Señor. Se sacará la Escritura. Se hará venir a los profetas y a los testigos. Se decidirá entre ellos según justicia y no serán tratados injustamente. 
Cada uno recibirá conforme a sus obras. Él sabe bien lo que hacen. 
Los infieles serán conducidos en grupos a la gehena. Hasta que, llegados a ella, se abrirán las puertas y su guardianes les dirán: “¿No vinieron a vosotros enviados, salidos de vosotros, para recitaros las aleyas de vuestro Señor y preveniros contra el encuentro de éste vuestro día?” Dirán: “¡Claro que sí!” Pero se cumplirá la sentencia del castigo contra los infieles. Se dirá:”¡Entrad por las puertas de la gehena, para estar en ella eternamente!” ¡Que mala es la morada de los soberbios!” (Corán 39: 68-72).