LA EDAD DE ORO DE LA CIVILIZACIÓN MUSULMANA

Sin embargo, el reinado de los omeyas sirios fue solamente una etapa de crecimiento, maduración y apertura. La época más brillante de la civilización musulmana fue, sin duda alguna, la de los califas Abásidas de Bagdad (750-1.528) y la de los omeyas españoles (755-1.492). "En una época en la que el resto de Europa estaba sumergida en el barbarismo más oscuro comenta Gustave Le Bon, Bagdad y Córdoba, las dos grandes ciudades donde el Islam Imperaba, fueron los centros de civilización que iluminaron todo el mundo con su brillante esplendor".

"Durante quinientos años, escribe Jacques C. Riesler, el islam dominó al mundo con su poder, su sabiduría y superior civilización. Heredero del tesoro científico y filosófico de los griegos, el Islam transmitió este tesoro, después de enriquecerlo, a Europa Occidental. Así, pudo ampliar el horizonte intelectual de la Edad Media y dejó una huella profunda sobre la vida y el pensamiento europeo".
La fundación en el año 830 del Bayt al-Hikma (Casa del Saber) en Bagdad, por el Califa Al-Mamun   (813-833), fue uno de los acontecimientos más destacados de la Edad Media, No se puede valorar la importancia del papel desempeñado por esta institución, una combinación de Academia, Biblioteca y Centro de Traducción, en la transmisión del legado de las antiguas civilizaciones al mundo Occidental.

Este importante centro, formado por eruditos cristianos, judíos y árabes, se ocupó principalmente del "saber extranjero”: ciencia y filosofía griegas, las obras de Galeno Hipócrates, Platón, Aristóteles y de comentaristas como Alejandro de Afrodis, Themistenes, Juan Filoponos, etc.
"Era, en cierto modo, una invasión Intelectual que culminaba en una especie de embriaguez científica y literaria entre doctos” (Louis Gardet: El Mediterráneo: un diálogo de culturas. Estudios Mediterráneos, 1.957).