DERECHOS HUMANOS EN EL ISLAMPoder y la política en materia de derechos humanos. ¿Qué son exactamente los Derechos Humanos? ¿Se trata sólo del derecho a la vida? Por otra parte, ¿se trata del derecho a la libertad, a elegir y a la justicia? ¿Los derechos humanos incluyen el derecho a la seguridad y a un refugio seguro? Desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, la política internacional occidental se ha enfocado en asegurar los Derechos Humanos. Sin embargo, la realidad es que la línea entre asegurar tales derechos y mantener la soberanía de los estados se ha vuelto borrosa. El creciente poder y la política involucrados en la defensa de los derechos humanos, tienden a favorecer los ideales occidentales, pero éstos no necesariamente son ideales universales. Muchos sostienen que la doctrina de los derechos humanos se ha convertido en un accesorio para expandir el imperialismo moral occidental. Si bien nadie niega que hay ciertos derechos humanos inalienables, cuáles son éstos es a menudo objeto de debate. Mientras algunas culturas se enfocan en los derechos y libertades individuales, otras se preocupan más por los derechos que aseguren la supervivencia de las comunidades. El mundo está poblado por diversas naciones y tribus, por lo que tiene sentido que las leyes y declaraciones hechas por los seres humanos no sean aceptadas universalmente sin importar cuán elevadamente morales sean. No hay duda de que se perpetran abusos contra los derechos humanos por todo el mundo, a menudo en nombre de la religión y, por desgracia, en ocasiones en nombre del Islam. Sin embargo, es importante reconocer que sólo porque un país sea conocido como islámico, no significa automáticamente que siga las leyes enviadas por Dios. También, es importante darse cuenta de que no todos los musulmanes entienden y siguen su religión. A través de la historia, la humanidad ha utilizado el nombre de Dios para justificar actos abominables. Más de 1 400 años atrás, Dios envió el Corán, un libro guía para toda la humanidad. Él escogió también a Muhammad como último Profeta; él fue un ser humano capaz de liderar a la humanidad hacia una nueva era de tolerancia, respeto y justicia. Las palabras del Corán y de las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad (la Paz y las bendiciones de Dios estén con él), contienen derechos y responsabilidades otorgados por Dios a la humanidad. No están sujetos a los caprichos y deseos de los hombres o mujeres, y no cambian como cambian y se mueven las fronteras y los gobiernos, a veces sin descanso. Las Naciones Unidas proclamaron la Declaración de los Derechos Humanos en 1948. Están establecidos, en 30 artículos, los derechos fundamentales a ser universalmente protegidos, descritos como diseñados para promover “respeto y observancia universal de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pasó a describir estos derechos como inherentes a todos los seres humanos, sin distingo de sexo, raza, credo o color, y los declaró indivisibles, interdependientes e interrelacionados. En los siguientes 60 años, otras declaraciones, tratados y comités han sido creados, todos ellos enfocando sus esfuerzos en asegurar los derechos de varios grupos dentro de las diferentes sociedades. Los dogmas del Islam incluyen un grupo básico de reglas diseñadas para proteger los derechos y libertades individuales; sin embargo, los derechos de los individuos no pueden infringir los derechos de las comunidades. El Islam es una doctrina preocupada por el respeto, la tolerancia, la justicia y la igualdad, y los conceptos islámicos de libertad y de derechos humanos están incorporados en la fe en el Dios Único. Para que la humanidad viva en paz y seguridad, los humanos debemos obedecer los mandamientos de Dios. Las pugnas de poder y autoridad de han incrustado en la defensa de los derechos humanos. La legislación y los tratados que se quedan en letra muerta no pueden proteger a los sometidos y oprimidos. Sin embargo, el Islam proclama que Dios trata a todos los seres humanos con equidad y que los verdaderos derechos humanos sólo pueden ser alcanzados a través de la obediencia a Él. En la siguiente serie de artículos examinaremos los 30 apartados de la Declaración de los Derechos Humanos y los compararemos con el punto de vista islámico y con la realidad de la vida del siglo XXI. Los musulmanes creen que este conocimiento es accesible a través del Corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad (la Paz y las bendiciones de Dios estén con él), que la misericordia y las bendiciones de Dios sean con él, y que está garantizado por la Shariah (la Ley Islámica). El Islam establece un marco legal e incorpora un código de ética diseñados para proteger los derechos de un individuo, incluyendo su derecho a vivir en una sociedad segura. La Declaración Universal de los Derechos Humanos contiene 30 artículos. Éstos se esfuerzan por asegurar la vida, la libertad y la seguridad de todos los hombres, mujeres y niños. No hay duda de que la preservación de esta declaración es un acto de justicia; sin embargo, cada artículo ha sido abordado adecuadamente en el pasado por las palabras de Dios en el Corán y en las tradiciones del Profeta Muhammad (la Paz y las bendiciones de Dios estén con él). Artículos 1 y 2Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos. Dotados como están de razón y de conciencia, deben comportarse unos con otros en un espíritu de hermandad. Corán y TradicionesHay muchos versículos en el Corán que señalan la dignidad, la igualdad y la hermandad de la humanidad. Además, Dios deja claro que los derechos y libertades están garantizados para todos, sin distingos de raza, sexo, origen social, nacionalidad, idioma, color o estatus. El primer hombre, Adán, el padre de la humanidad, fue honrado y tratado con el debido respeto y dignidad. Dios sopló el alma humana en él, le dio forma con Sus propias manos y les ordenó a los ángeles que se inclinaran ante él. Al honrar a Adán, Dios se aseguró de que toda la humanidad fuera merecedora de dignidad y respeto. El Islam también deja claro que toda la humanidad desciende de Adán y que, por lo tanto, todos somos hermanos y hermanas unos de otros. Dios dice en el Corán (49:10) que los creyentes no son menos que hermanos unos de otros, y el Profeta Muhammad (la Paz y las bendiciones de Dios estén con él) continuamente recalcó la necesidad de mantener los lazos de amistad. Él dijo que ninguna persona podría alcanzar la verdadera piedad hasta que deseara para su hermano (o hermana) lo que desea para sí mismo. Artículo 3Toda persona tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad. Corán y Tradiciones“Decretamos… que quien mata a una persona sin que ésta haya cometido un crimen o sembrado la corrupción en la Tierra es como si matase a toda la humanidad. Y quien salva una vida es como si salvase a toda la humanidad”. (Corán 5:32). Esclavitud y torturaLa Declaración Universal de los Derechos Humanos se ocupa de muchas cuestiones. Trata de asegurar que los humanos nos tratemos unos a otros con respeto y dignidad. El Islam es una religión que tiene al respeto, la dignidad y la tolerancia en muy alta estima, y los deberes y derechos inherentes en el Islam son una declaración de derechos humanos. En el siglo VII d.C., la esclavitud estaba arraigada en la sociedad árabe, tal y como lo estaba en otras sociedades y sistemas legales. Los esclavos eran fáciles de adquirir, a través de la guerra, las deudas, el secuestro y la pobreza. Así, prohibir la esclavitud simplemente había sido tan inútil como tratar de prohibir la pobreza misma. Por lo tanto, el Islam puso restricciones y reglamentos sobre la esclavitud, diseñados para lograr su abolición definitiva. El principio de tratar con los esclavos en los comienzos del Islam fue una combinación de justicia, bondad y compasión. Los musulmanes pagan una pequeña porción de su ingreso anual acumulado como caridad obligatoria, y una de las formas legales de utilizar este dinero es usarlos para liberar esclavos. Liberar esclavos también es una forma de expiación para muchos pecados, incluyendo el incumplir la palabra o el matar a alguien accidentalmente. Los “esclavos” modernos que son físicamente confinados o restringidos, u obligados a trabajar o controlados a través de la violencia, no tienen recursos legales para comprar su propia libertad ni existe ningún órgano judicial que supervise su trato. La esclavitud existe bajo el radar y usualmente es asociada con drogas, prostitución y otras actividades ilegales. La esclavitud y la servidumbre no serán abolidas con éxito hasta que la humanidad reconozca que las leyes de Dios son la verdadera encarnación de los derechos humanos. Lo mismo puede decirse de la tortura y de los castigos crueles e inhumanos. Estas acciones detestables no dejarán de existir hasta que la humanidad en conjunto se dé cuenta de que hay un Dios y que la adoración a Él va más allá de la codicia de la vida en este mundo. La tortura existe hoy a pesar de los tratados y las declaraciones, incluyendo el artículo cinco de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que llama al abandono de estos malos tratos. La crueldad, incluidos los castigos excesivos, está prohibida en el Islam. Cada miembro de la raza humana es tratado con el debido respeto y con dignidad, independientemente de la raza, color, credo o nacionalidad. El Profeta Muhammad (la Paz y las bendiciones de Dios estén con él) prohibió expresamente los castigos crueles e inusuales, incluso en tiempos de guerra. Dejó claro que nadie puede ser quemado vivo ni torturado con fuego, y que los soldados heridos no deben ser atacados ni los prisioneros de guerra asesinados. Él dijo a sus seguidores: “Ustedes no son duros de corazón ni fieros de carácter”, y advirtió a su gente que no fuera injusta: “pues la injusticia será oscuridad el Día del Juicio”. Incluso los prisioneros de guerra en la historia temprana del Islam hablaron muy bien de sus captores. “Las bendiciones sean con los hombres de Medina”, dijo uno de estos prisioneros días más tarde, “nos hicieron montar mientras ellos caminaban, nos dieron a comer pan cuando les quedaba poco, contentándose ellos mismos con dátiles”. El segundo Califa del Islam, Omar ibn Al-Jattab dijo: “Una persona no se hace responsable de su confesión si se le inflige dolor, terror o se le somete a prisión [para obtener la confesión]”. La Declaración de los Derechos Humanos en el Islam, hecha en El Cairo, declara en el artículo 20: “Nadie debe ser detenido ni su libertar restringida, ni ser exiliado o castigado sin la acción legal adecuada. Los individuos no deben ser sometidos a tormento físico o psicológico ni a ningún otro trato humillante”. |