LA HONESTIDADLa importancia y la recompensa para aquel que es honesto. Cuando la honestidad desaparezca, entonces esperen la llegada de la Hora (el Día del Juicio). Estas son las palabras del Profeta Muhammad. Ellas pintan una escena del tiempo que lleva al Día del Juicio, cuando la gente de bien estará triste debido a la falta de honestidad a su alrededor. En el siglo XXI, vivimos en un mundo en donde la honestidad es valorada y, sin embargo, rechazada al mismo tiempo. Esperamos que la gente sea honesta en sus tratos con nosotros, sin embargo, vemos y aplaudimos los programas de televisión y las películas que promueven y alientan la mentira y el engaño. Sin pensarlo les enseñamos a nuestros hijos que la deshonestidad es aceptable. Cuando dejamos que nuestros hijos le digan a la persona que llama al teléfono que no estamos en casa, esta es una lección de engaño. Cuando rechazamos invitaciones y pretendemos que estamos ocupados, esto es mentir. Nosotros reprendemos a nuestros hijos por mentir, pero la realidad es que hemos sido sus maestros. Ya sea que nosotros digamos mentiras o no o ya sea que permitamos que nuestros hijos vivan en un mundo rodeado por el engaño, la lección es aprendida y la honestidad empieza a desaparecer del corazón de la siguiente generación. Un verdadero creyente, uno que de verdad esté sometido a Dios, tiene muchas características por las que puede ser identificado. Las más obvias de estas nobles características son la honestidad de carácter y la veracidad al hablar. El Profeta Muhammad fue un perfecto ejemplo de honestidad. Incluso antes de su Profecía, él se ganó los títulos de Al-Amin (el digno de confianza) y As-Sadiq (el veraz). El Profeta de Allah (la paz y bendición sean con él) una vez reunió a toda la gente de La Meca y les preguntó: “¡Oh gente de La Meca! Si les digo que un ejército está avanzando hacia ustedes por detrás de las montañas, ¿me creerían?” Todos dijeron a una sola voz, “Sí, porque nunca te hemos oído decir una mentira”. Toda la gente, sin excepción, juró por su veracidad y honestidad porque él había vivido una vida sin mancha y extremadamente piadosa entre ellos por 40 años. Esta honestidad, un ingrediente esencial del carácter musulmán, incluye ser veraz hacia Dios al adorarlo solamente a Él con sinceridad, siendo veraz con uno mismo, adhiriéndose a las leyes de Dios, y siendo veraz con otros al hablar la verdad y siendo honestos en todos los tratos, tales como comprar, vender y el matrimonio. No debe haber ningún engaño, trampa, falsificación o retención de información, de esta forma una persona debe ser la misma en el interior y en el exterior. Una sociedad islámica verdadera está basada en la honestidad y la justicia, y es intolerante con la deshonestidad en todas sus formas. La honestidad en todas las transacciones de negocios es enfatizada, y el Profeta Muhammad exhorta a los musulmanes a ser escrupulosamente honestos en todos sus tratos. Abdullah ibn Omar una vez fue descrito como el “hermano de la noche”. Él solía levantarse en la noche para hacer la oración, llorar, buscar el perdón de Dios y leer el Corán. Un día, él estaba sentando junto con algunos amigos cercanos y leyó los siguientes versos: El musulmán que esté buscando complacer a Dios y seguir el camino de la corrección, debe estar alerta de los peligros del engaño y la deshonestidad. Sin embargo, de la misma forma debe saber que Dios es Misericordioso y Compasivo, con la voluntad de perdonar incluso los más graves pecados a aquellos que se esfuerzan por Él. La Honestidad es muy importante en la vida del un creyente. |